Si algo nos ha enseñado Tato con el paso de los años es que le sobra picardía y desde que comenzó Sábados Felices lo ha dejado claro en el escenario. Pero jamás olvidará su primera vez en el programa. Corría el año 2000, se prendieron las cámaras, lo invadieron los nervios y al momento de hablar todo fluyó, pues su monólogo era sobre la belleza de las mujeres, lo que le hizo sacar su lado más coqueto, por lo que su primer show le cayó como anillo al dedo.
<<Las sonrisas valen más que mil palabras, es por ello que Sábados Felices se ha convertido en uno de los programas favoritos de los colombianos que cada fin de semana disfrutan de las rutinas de nuestros humoristas, quienes entregan su corazón para hacer reír. Han sido 50 años al lado de los televidentes, 50 años a través de los cuales las risas no han faltado.>>