El divorcio de Angelina Jolie y Brad Pitt lleva un poco más de cinco años en disputa legal, esto lo ha convertido en uno de las separaciones más largas y complicadas de Hollywood.
El proceso comenzó el año 2016, en el que inicialmente se discutía la custodia de sus seis hijos, pero a través del tiempo se fue convirtiendo en debates sobre sus bienes, empresas y todo el capital que lograron crear en sus 12 años de relación. La actriz solicitó el divorcio dos años después de su matrimonio con el protagonista de la película 'Siete años en el Tibet'.
La pareja había adquirido el viñedo Miraval en 2008 por 45 millones de euros (53 millones de dólares), con su correspondiente mansión en la Provenza (sureste de Francia), donde años después se casaron y disfrutaron de varias vacaciones en familia junto a sus hijos.
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Ahora, el actor estadounidense ha denunciado a su expareja, por dañar deliberadamente la reputación de su compañía de vinos en Francia y vender su parte en la misma a un "extraño", informa la prensa local.
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Asimismo, el equipo del artista encargado de la causa legal abierta por la venta de esta propiedad, acusa a Jolie de dañar a su exmarido intencionadamente por vender su parte en la compañía sin su consentimiento, tal y como se recoge en los documentos filtrados a la prensa.
La defensa de Pitt sostiene que la actriz no solo no contribuyó en "nada" al éxito de Miraval, proyecto que apasionaba al actor, sino que consumó la venta "en secreto" y violando a sabiendas las condiciones que había pactado con Pitt, según las cuales ninguno de los dos podía vender sus intereses en ese negocio sin el consentimiento del otro.
Los actores se conocieron durante el rodaje de la película 'Sr. y Sra. Smith' en el 2005, que ambos protagonizaron y que los convirtió en la pareja más destacada en aquel momento de Hollywood.
EFE-
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