Dago García es uno de los productores más reconocidos de Colombia gracias a su participación en proyectos de la talla de El paseo, La pena máxima y El olvido que seremos. El bogotano abre su corazón en el programa Me Raya La Cabeza para hablar de salud mental y revela cómo ha logrado sobrellevar el estrés de su trabajo para hacer lo que en realidad le gusta y tener una vida sana rodeada de sus seres queridos.
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Inicialmente, cuenta que balancear la vida personal y la laboral ha sido un verdadero reto, debido a que debe estar pendiente de las producciones que ejecuta casi que las 24 horas del día y añade que esta dinámica lleva muchas veces a la gente del medio de la farándula a involucrarse con colegas porque son las personas que generalmente comprende la complejidad de los procesos.
"Es muy difícil que otra gente entienda que en este negocio que uno carga, como lo es Caracol, el trabajo es las 24 horas. Yo creo que alguien que trabaja en un banco, puede que salga a las 5:00 p.m., llega a su casa, se dedica a otras cosas y a las 9:00 a.m. vuelve a meterse. La gente de este negocio así trabaje en el último eslabón de la cadena carga con el trabajo las 24 horas", explica.
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Por otro lado, asegura que uno de los momentos que más le produce estrés de su jornada laboral es cuando recibe el rating tanto de las series como de las películas que lanza, pues así es como descifra la opinión de la crítica frente a sus propuestas artísticas,
"El estrés se vuelve parte de la cotidianidad", menciona.
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De igual forma, comenta que en varias oportunidades ha notado cómo lo invade el deseo de saber qué producción nueva emprenderá, por lo que ha menudo se ha encontrado a sí mismo pensando en su siguiente jugada sin haber terminado la actual.
"Básicamente la ansiedad no permite disfrutar de nada. Primero que todo, los ansiosos somos extremadamente pesimistas, yo siempre pienso que me va a ir mal y me gusta rodearme de gente optimista (...) Hay una frase que me agrada mucho y dice que la recompensa del triunfo es el alivio, cuando finalmente a uno le va bien uno no se siente feliz, sino aliviado", finaliza.