El periodista y documentalista David Farrier fue el encargado de revivir esta increíble historia. Hace poco publicó en su cuenta de Twitter las imágenes que National Geographic utilizó para reconstruir el hecho y dejó sorprendido a más de uno, pues parece que este suceso era desconocido por muchos usuarios de la red.
Todo empezó en el año 1990, cuando Tim Lancaster trabajaba como piloto para la aerolínea British Airways. Durante un vuelo, uno de los parabrisas se rompió y esto provocó la despresurización de la nave, el hombre estuvo a punto de salir volando por la ventana, pero el asistente de vuelo Nigel Ogden se aferró a sus piernas hasta que el avión aterrizó de emergencia .
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El vuelo 5390 partió un 10 de junio del aeropuerto de Birmingham, ubicado en Reino Unido, con 81 pasajeros y 6 tripulantes, que fueron testigos de una escalofriante historia que parece sacada de una película de ficción . Inicialmente, el recorrido marchaba bien, pero cuando alcanzaron los 17.000 pies de altura, la pesadilla comenzó, mientras Lancaster luchaba para salvar su vida, el copiloto Alistair Atchison intentaba mantener el control del avión.
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Atchison le notificó a la torre de control lo que estaba sucediendo y solicitó permiso para aterrizar, pero el viento era tan fuerte que era imposible escuchar la respuesta. Sin autorización, el copiloto empezó a descender y al llegar a una altitud menor, pudo divisar en el costado izquierdo de la cabina el cuerpo del piloto ensangrentado.
Al tocar tierra firme, Lancaster fue trasladado rápidamente a un hospital. Aunque soportó por al menos 22 minutos temperaturas cercanas a -17 grados centígrados y vientos de más de 600 kilómetros por hora, el hombre logró mantenerse con vida.
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in 1990 the window of a plane fell off and one of the pilots got sucked out so they just held onto his legs while the plane landed pic.twitter.com/dp4mINhWy9
— David Farrier (@davidfarrier) November 13, 2020