La primera y única muñeca que ha tenido Pilar Schmitt en toda su vida es de carne y hueso. De niña, odiaba el juego del papá y la mamá, porque prefería inventarse historias y hacer travesuras con sus amigas.
Esa muñeca, tan parecida a ella, llegó de sorpresa a sus 29 años, cuando pasaba por el mejor momento de su matrimonio con Raúl Sánchez.
“No fue planeado. Me empecé a sentir un poco mal, tuve un retraso y recibí la noticia de mi embarazo. Fue una etapa feliz. Conté con el apoyo de mi esposo y de mis padres. Sara, la niña de nuestros ojos, nos cambió la vida”.
Sin embargo, cuando cumplieron su séptimo aniversario, ambos se dieron cuenta de que la relación estaba vacía. “Nos separamos, porque dejamos perder el amor. Fueron muchas cosas: la rutina, los malos entendidos… los dos fuimos igual de culpables”. Por eso, Pilar tomó la decisión de irse de la casa, junto con Sara.
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#PortadaVea @Veronica_Orozco habla por primera vez de su historia de amor y su regreso musical. ¡No te la pierdas! pic.twitter.com/ZRYTgwHQRN
— larevistavea (@LaRevistaVEA) April 28, 2016
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