A través de sus redes sociales, las autoridades de Amberes dieron a conocer un asombroso descubrimiento, que sin duda inspirará a las generaciones más jóvenes. Gracias a unos trabajadores que se encontraban realizando reparaciones en una iglesia de la ciudad, hoy es posible conocer las grandes reflexiones que dejaron algunos sobrevivientes de la guerra.
Una caja de cerillas almacenó por años un par de cartas escritas por John Janssen, Jul Gyselinck, Louis Chantraine y Jul Van Hemeldonck, cuatro pintores que trabajaron en el templo en julio de 1941. "Cuando este techo se vuelva a pintar, ya no perteneceremos a esta tierra, debemos decirle a nuestros descendientes que no disfrutamos nuestras vidas. Hemos sido testigos de dos guerras, una en 1914 y otra en 1940", aseguraron en su manuscrito.
Estos hombres quisieron inmortalizar su historia para dejarle un importante mensaje a la posteridad. Los trabajadores le recomiendan a las nuevas generaciones tener grandes suministros alimenticios, preferiblemente conformados por arroz, tabaco, café, harina, granos y trigo, por si la guerra volviese a estallar.
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Estos pintores no solo se preocuparon por dejar consejos de supervivencia en tiempos de crisis, también quisieron perpetuar una reflexión muy especial. "Vivan la vida al máximo. Disfruten de la plenitud de la vida y cásense. Aquellos que ya están casados cuiden su hogar", expresaron en la carta.