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En lugar de hundirse en una espiral de adicciones en sus años de juventud, Gene Simmons (66) -líder de la banda KISS- optó por centrarse en el primer precepto del viejo lema "sexo, drogas y rock and roll", acostándose con tantas "groupies" como le fue posible, unos encuentros que además se encargó de documentar meticulosamente.
"Durante mis años de locura no consumí drogas, pero sí que tuve mucho sexo. ¿Que si me he acostado con 4.800 mujeres? Eso es lo que dicen. Tenía polaroids para demostrarlo, eso desde luego", cuenta el roquero al periódico The Sun.
Sin embargo, tras conocer a su mujer, la modelo de Playboy Shannon Tweed (59) -con la que se casó en 2011 después de 28 años de noviazgo-, la estrella decidió quemar todas esas fotografías para simbolizar su compromiso con la monogamia.
"La mayoría de las fotos fueron quemadas. Shannon y yo las juntamos y las quemamos en una especie de ritual", explica.
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No obstante, el momento que cambió radicalmente la vida del roquero fue el nacimiento de sus dos hijos, Nick (27) y Sophie (23), a quienes considera su mayor logro, por encima de la fama y el éxito que ha logrado con KISS.
"Nunca supe lo importante que era tener una familia hasta que Shannon y yo tuvimos hijos. Nunca me había preocupado ese tema, nunca quise casarme o tener hijos. Pero cuando nacieron, lloré en el hospital como una niña. ¿KISS vendió millones de discos? Sí. ¿Somos los cab**nes con más suerte del mundo? Tienes toda la pu*a razón. Me siento como un hombre en la montaña más alta del mundo gritando con todas sus fuerzas: "¿No es genial? ¿Cómo hemos llegado hasta aquí?" Pero mis hijos son mucho más importantes que todo eso".
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De pequeños, tanto Nick como Sophie solían acudir a los conciertos de su padre, pero no fue hasta que llegaron a la adolescencia cuando se dieron cuenta de lo que suponía ser hijos de Gene Simmons.
"Al principio no se daban cuenta de lo famosa que era la banda, hasta que en su adolescencia descubrieron que sus ídolos eran gente que me conocía o admiraba. Me acuerdo que una vez Nick me dijo: "Bob Dylan es genial". Y le contesté: "Sí, es genial. Le conociste cuando tenías ocho años, vino a casa". No se lo podía creer, me respondió: "¿Qué? ¿Por qué no me lo dijiste? Y yo le dije: "Estabas en tu cuarto"".
Por: Bang Showbiz
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