La princesa de Gales, también conocida comoLady Di , falleció el 31 de agosto de 1997 tras un trágico accidente automovilístico en París, Francia, cuando trataba de escapar junto a su novio, el millonario egipcio Dodi Al Fayed, y el conductor de los paparazzi.
'La princesa del pueblo' conmovió corazones por su amabilidad y humildad a la hora de relacionarse con las personas, dejando de lado los protocolos monárquicos. Su muerte conmocionó al mundo entero y cada año es recordada haciendo que su legado siga vigente.
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Su muerte se convirtió en uno de los acontecimientos más recordados en la historia y cultura británica, marcada por cuestionamientos, teorías de conspiración y dudas constantes hacía la familia real.
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La vida de Lady Di estaba totalmente planificada para que fuera la constante historia del 'príncipe y la princesa', sin embargo, la historia ya marcada no fue así.
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Un matrimonio tan solo 5 meses después de conocerse con el hijo de Isabel II, Carlos de Gales. Infidelidades, depresión y ansiedad, la crianza de sus hijos sola y el cuestionamiento de paternidad de uno de ellos, todo esto llevó a la princesa hasta el punto de inflexión.
Más allá de su tumultuosa vida matrimonial, Diana Spencer logró generar un gran activismo en pro de los menos favorecidos, los enfermos y las comunidades. Además de ser uno de los iconos de la moda de la época, aún sigue moviendo tendencias 25 años después de su muerte.
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Su funeral fue celebrado en la Abadía de Westminster, fue transmitido en vivo y visto por más de 2.000 millones de personas alrededor del mundo.
A pesar de todo lo ocurrido, sigue siendo una de las personas más recordadas de la corona británica, pues su legado sigue siendo transmitido entre generaciones, a su vez, todo el misterio alrededor de su muerte ha hecho que hasta la actualidad se siga hablando de ella y el impacto que tuvo en la realeza.