Cuando era niña, soñaba con muchas cosas: ser mamá, actriz y la mujer maravilla. De alguna manera, todos sus anhelos se han cumplido. Tiene dos hijos, Oliver de 6 años, y Leo, de 1.
Está actuando desde los 14 años, y pronto debutará con su propia empresa, como productora ejecutiva y, aunque no tiene ninguno de los superpoderes, se siente de alguna manera heroína de su propia historia.
Aunque por años ha sido una mujer admirada por su talento y belleza, Paola nos contó que, justamente, en la época en la que su carrera ocupaba el centro de su vida, ella sufría consigo misma por ser muy sensible, pero con el tiempo y gracias a su esposo, el también actor Juan Carlos Vargas, ha mejorado bastante.
“Siempre he sido tímida e introvertida y me costaba expresarme. Entré al medio artístico y afloraron todas las inseguridades. Me daba muy duro, no me gustaba nada mío, hasta que el tiempo me enseñó a creer en mí. Juan también me ha ayudado, ha creído en mí, me admira un montón, me dice a diario ‘estás hermosa, linda’. Con él empecé a valorarme más de lo que yo misma lo hacía. Él vino a rescatar en mí ese amor propio, ahora me amo más, me acepto. Me empoderé. Ahí es cuando uno dice ‘qué bendición tener una pareja que te ayude y no que te destruya’”.
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