Kelsey Townsend, de 32 años, contrajo el coronavirus cuando tenía nueve meses de embarazo, en octubre del 2020. Tras presentar varios síntomas graves como falta de aire, tos y neumonía, la mujer tuvo que ser internada en una clínica, donde su situación empeoró.
El virus la afectó tanto que entró en un coma inducido y fue así como dio a luz a su bebé Lucy, la cuarta hija, fruto de la relación con su esposo Derek Townsend. Quien relató a la cadena NBC News el traslado al que tuvo que ser sometida Kelsey, para durar meses conectada a un respirador artificial y a una máquina de oxigenación extracorpórea.
“Hubo varias veces en las que recibí llamadas de los doctores diciéndome que no creían que ella fuera a sobrevivir esa noche... fue un subibaja emocional”, afirmó el hombre.
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Las cosas parecían no mejorar y mientras Lucy no tenía el calor de su mamá, Derek afrontaba momentos difíciles. En diciembre le indicaron que su esposa necesitaría trasplante de pulmones para poder sobrevivir, pero días después de ser agregada a la lista de espera de trasplantes, su salud empezó a mejorar.
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Para mediados de enero la mujer pudo salir de la UCI y el 27 de ese mes fue dada de alta, lo que le permitió al fin conocer a la pequeña que estuvo en su vientre por 9 meses.
"Esperé mucho tiempo para conocerla y estoy llena de alegría", dijo la mujer a la cadena.