Ana María está dispuesta a hacer todo lo posible para dar con los agresores de Janet, por eso la Fiscalía ha iniciado su trabajo para esclarecer los hechos que rodearon su secuestro y posterior violación al ingresar al penal.
Los investigadores encuentran que uno de sus agresores es paramilitar y Janet lo reconoce. Ana María se da cuenta que Popeye le mintió y le entregó el nombre de un guerrillero, lo que le hace pensar que está protegiendo a alguien.
Al verse frustrada por no poder saber la verdad y que J.J. no le diga la verdad, la periodista decide abandonar su investigación con el sicario para dedicarse de lleno a cuidar de su amiga y replantearse su carrera.