La situación de todas las personas que alguna vez ayudaron a Jhon Jairo fuera de la cárcel cada vez es más complicada, y en consecuencia su futuro se nubla aún más pues aunque ha intentado impedir su extradición a los Estados Unidos a como dé lugar, parece que esta vez no tendrá otra salida.
El detective Dixon logra dar con el paradero de Alexandra y darle un buen susto que la impulsa a testificar en contra de J.J., confirmando que desde la cárcel manejó una gran red de narcotráfico y tuvo a su disposición a una cantidad de hombres, de los cuales las autoridades tenían conocimiento.
Mientras tanto en Miami, los agentes de la DEA y la Fiscalía colombiana logran comprobar los nexos de Serrano con la narcotraficante Alicia, quien es capturada. En un ataque de ira y locura por el consumo de drogas, el abogado de J.J. discute fuertemente con Cindy y decide abandonarlo, pero luego aparece en las oficinas de la Fiscalía, capturada.
El ministro de justicia decide visitar a Popeye para ponerlo al tanto de su situación y en ese momento siente que el mundo se le viene abajo, pero hace todos los movimientos posibles con tal de encontrar pronto un nuevo personaje que lo defienda, y así da con una nueva abogada.
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