Irene nació para ser cantante. Más tarde en el colegio se ganó todos los concursos de canto. Magola, su madre, nunca la apoyó porque no quería dar vuelo a esos caprichos, mientras que Salvador Romero, su padre, siempre la apoyó. En realidad, ser artista es un sueño negado porque Magola jamás ha querido que Salvador le alimente a Irene esas ilusiones. Aunque Irene es una chica muy bien presentada y se preocupa por lucir adecuadamente, en la plaza de mercado La Milagrosa, donde trabaja, nadie se atreve a echarle un piropo salido de tono porque ella es muy seria y no permite que nadie le falte al respeto.
Actualizado: enero 03, 2020 02:25 p. m.