Es una mujer extrovertida y alegre a pesar de las dificultades propias de crecer en una zona muy delicada de orden público, donde el peligro representado por los diferentes grupos
armados era cosa de todos los días. A pesar de las tremendas limitaciones, entre las que se encontraban no poder asistir al colegio, aprendió a leer y a escribir en hojas de periódico con las que envolvían los aguacates. Desde pequeña se caracterizó por tener un espíritu libre, soñador, pero sobre todo por su carácter frentero y espontáneo.
Pese a vivir en una zona donde la mujer muchas veces era subvalorada, jamás aceptó ni se resignó a que el papel de la mujer se tenía que limitar a las labores domésticas y mucho menos a ser propiedad de un hombre. Lo anterior, le trajo muchos enfrentamientos con sus hermanos varones. La música lo ha sido todo en su vida, creció escuchando las canciones del Charrito Negro. Es una mujer romántica y sentimental que cuando se enamora, pierde las proporciones, creyendo que cada amor que llega a su puerta debe ser para toda la vida.