Julián revela que su recuerdo material más preciado del Desafío en definitiva son sus converse, que aunque la producción le quiso dar tenis para competir, él nunca se sintió cómodo con ellos y pidió poder participar en las pruebas con sus zapatos.
Quedaron listos para desechar, rotos y percudidos, pero para Julián son valiosos por acompañarlo durante la importante competencia, siempre quiso competir en un Desafío.