Miguel tiene una discusión con Mabel por su amor y la paternidad de su pequeña. Esto hace que quiera relajarse y buscar a alguien a quien en realidad le guste y quiera pasar tiempo con él. Flor parece haber caído del cielo y se convierte en su compañía.
Ella está encantada con el misterio que rodea a Miguel en cada frase que dice, por lo que está dispuesta a dar el siguiente paso y pasar la noche con él sin pensar en el qué dirán.