Mamá te vio abrir los ojos por primera vez, estuvo junto a ti cuando diste tus primeros pasos y te ayudó a decir también tus primeras palabras. Nunca estuvo ausente en eventos importantes de tu existencia, como cuando te graduaste del colegio o en el momento en el que decidiste conformarte tu propio hogar en compañía del amor de tu vida.
Gracias mamá por estar en todos los capítulos de nuestra historia, apoyándonos para mejorar cada día y motivándonos a no desfallecer cuando las cosas no parecen ser tan sencillas.
¡Por tu amor incondicional y tus palaras de aliento, te deseamos un maravilloso mes!
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