Huyó de Kabul con lo puesto, apenas con su computadora portátil. La premiada cineasta afgana Shahrbanoo Sadat y parte de su familia fueron rescatados hace dos semanas por el Ejército francés, un privilegio que le crea sentimientos contradictorios: "Me avergüenzo de estar a salvo", admitió.
Sadat, de 31 años, es una de las directoras más reconocidas internacionalmente de Afganistán desde que en 2016 ganase con su ópera prima, 'Wolf and Sheep', el Art Cinema Award, el principal reconocimiento de la Quincena de Realizadores de Cannes , una sección paralela al festival que reconoce las obras más originales y visionarias.
La joven habló del tema en un destartalado parque infantil, a pocos metros de unos bloques de inspiración soviética situados en una localidad de los suburbios parisinos. Ella y nueve miembros de su familia se alojan allí solo por unos días. Su destino final será Hamburgo, en Alemania, donde está la productora con la que la directora trabaja.
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Directora de dos cortos y seis largometrajes, es de físico menudo y habla con un tono bajo, pero firme. Aún está procesando todo lo que ha sucedido desde el 14 de agosto de 2021, día en el que los talibanes tomaron Kabul.
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A pesar de estar acostumbrada a viajar a Europa y a otros lugares de Asia para filmar, nunca se le había pasado por la cabeza abandonar la capital de su país. No llegó a ser directamente amenazada por los talibanes, pero sabía que su llegada al poder iba a hacerle imposible desarrollar su trabajo.
"Me siento perdida y confusa, no estaba preparada para este viaje, dejé con prisas mi apartamento y no pude llevarme nada, solo mi ordenador y la ropa que llevo puesta", recuerda con un hilo de voz la cineasta.
Antes de la propuesta de Francia, Sadat había descartado dos opciones para salir del país, una de Estados Unidos y otra de Dinamarca. Aceptar ambas significaba dejar atrás a prácticamente todos sus allegados. Finalmente pudo marcharse del país con nueve familiares.
"Parte de mi familia está todavía viviendo en mi apartamento en Kabul, vivíamos veinte personas allí (padres, hermanas, hermano, sobrinos y colaboradores). Todavía hay diez. Estoy estresada y triste", reconoce.
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Por: EFE