Una nueva edición del BAUM Festival volvió a congregar a los amantes de la música electrónica en la pista de baile para celebrar el amor por los sonidos no convencionales. Un cartel plagado de estrellas de talla mundial auguraban dos noches increíbles en pleno corazón de Bogotá.
Una de las joyas más esperadas de este cartel era un colombiano: Funk Tribu. El niño prodigio, oriundo de Bogotá y dueño de toda la nueva oleada de hard trance y phonk, convocó a miles de personas que se abarrotaron en el Escenario BAUM para presenciar su show de hora y media.
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Nadie quería quedarse por fuera de la fiesta que el Dj aseguraba. Las fechas pasadas en Medellín y Cali habían sido un éxito total, solo faltaba la capital de Colombia para cerrar con broche de oro y así fue. El bogotano recibió la consola de mano de Bad Boombox, un artista y productor estadounidense que dejó la curva en su punto máximo para el gran show de este fin de semana.
Los tracks más conocidos del Funk Tribu sonaron como himnos y, aunque muchos aseguran que es un artista de moda por TikTok, pocos Djs, y mucho menos locales, han logrado tener tanta acogida como lo logró Eduardo José Montañez Sánchez.
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La cereza del pastel para este primer día de festival fue entregada por dos DJs de talla mundial. Por un lado, en el Escenario MAIN, se encontraba I Hate Models, un genio muchas veces incomprendido, pero que cuando se sube al escenario deja todo de sí mismo para que la pista de baile sea una sola.
A pesar de que el tiempo se le iba quedando corto y debieron bajarle el volumen al final de su show, 'Toro', su track más conocido mundialmente, fue coreado por los miles de asistentes que arribaron al stage principal para escuchar sus mezclas.
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Por otra parte, el cierre del Escenario BAUM estuvo a cargo de Nico Moreno, un productor que ha hecho mella en la escena del hard techno a nivel mundial. Sin duda alguna, un cierre digno para el primer día de celebración de la música electrónica en Bogotá.
Para el segundo día de festival, las puertas abrieron una hora más temprano y los grandes atractivos podrían resumirse en algunos nombres como Jef Mills, Bart Skils B2B Victor Ruiz, Amémé, Lilly Palmer, Ellen Allien y la gran súper estrella de este cartel, Deadmau5.
El Escenario Páramo estuvo a un gran nivel. La curaduría de este stage contagiaba de baile a todo aquel que pasara cerca y quisiera tener un buen momento. Nombres como Felipe Gordon, Gerd Janson, Amémé y Denis Cruz fueron los encargados de que miles de personas bailaran a un solo ritmo toda la noche.
Un stage nuevo nos recibió en este festival y estuvo a cargo de Resident Advisor/Fabric, una promotora, revista y crítica de música electrónica con más de 25 años de experiencia a nivel mundial, esto definitivamente significó un gran salto en la calidad este evento.
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Rubber Mind, por su parte, fue el colectivo local encargado de dar cierre al festival con una tanda de sonidos fuertes que pasaban por el hard techno, el drum and bass o el mismo groove.
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El Escenario BAUM tuvo en sus filas a una leyenda de la música electrónica a nivel mundial: Jeff Mills. El estadounidense ofreció un show aún mucho mejor de lo esperado y a su estilo, con sus consolas análogas y creando los sonidos desde cero.
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Y el cierre con broche de oro estuvo en el Stage MAIN, donde Bart Skils y Victor Ruiz se unieron para el que sería el B2B más legendario que vio este BAUM Festival, pero como la curva de emociones iba en aumento, el turno seguía para Lily Palmer, la dueña del Groove que no le bajó la nota ni un solo instante y para concluir una noche mágica, llegaría el momento de Deadmau5, el famoso Dj y productor canadiense que se atrevió a romper los códigos para irrumpir con varios géneros, entre ellos drum and bass.
Bogotá volvió a ser el epicentro de la cultura raver en Latinoamérica. El color negro se tomó a Corferias y la pista de baile se unió al punto de hacer que miles de personas se convirtieran en una sola al ritmo de la música. ¡Larga vida a los sonidos no convencionales y a todos los amantes de la música electrónica!