Pastora González es una ingeniera industrial que, por el reconocimiento a su labor por la educación de los niños, ha sido llamada “ingeniera social”. Durante años, ha decidido entregarle todo su amor al proyecto Fundación Educativa Calasanz, con el objetivo de disminuir la deserción escolar, mejorar el desempeño académico y optimizar el acceso a la educación superior de las poblaciones vulnerables. Con mucho orgullo por el deber cumplido, hoy celebra llevarse el primer lugar en la categoría Educación, de Titanes Caracol.
En todas partes hay niños que, desde los primeros años están con la ilusión de alcanzar sueños y metas. En la medida en que nosotros procuremos que esto sea posible, no existirá el cansancio”, aseguró en entrevista con Caracoltv.com.
“Insistir, resistir y persistir” es el lema de esta mujer cuyo objetivo principal es luchar por lo sueños de los demás, pues sabe que la satisfacción más grande de su trabajo es recibir una sonrisa de vuelta y ver crecer a quienes alguna vez vieron un panorama oscuro.
Hay que seguir trabajando porque los sueños se logran, nosotros tenemos hechos demostrables con niños y niñas que hoy son profesionales, están comiéndose el mundo y empezaron pensando que no era posible. Hoy sabemos que esa realidad puede cambiar”, agregó.
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Su proyecto tiene tres vertientes. La primera el denominado 'Plan padrino', en donde los donantes han financiado más de 250 niños del colegio San José de Calasanz de Suba Rincón en Bogotá.
El segundo programa de ayudas que patrocina el reforzamiento académico de estudiantes de las zonas más deprimidas de los sectores de Santo Domingo y San Rafael en Cúcuta, la Comuna 13 en Medellín y las comunidades El Poblado I, Rocío Bajo, Rocío Medio y Samaria en Pereira.
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El tercer eje se enfoca en la educación superior, en donde más de un centenar de jóvenes ya han recibido becas de la fundación y de las principales universidades para convertirse en profesionales.