Son más de dos décadas las que ha dedicado Carmen Larrazábal a brindar acompañamiento terapéutico y asesoría legal a mujeres que se encuentran en plena crisis de pareja e inclusos procesos de maltrato familiar.
Toda esta experiencia acumulada la ha llevado a entender la fuerte necesidad que existe de trabajar estos temas desde la educación, en búsqueda de que sean las mujeres las que entiendan que deben ser gestoras de su felicidad, lo cual sólo se puede obtener a través de relaciones verdaderamente sanas.
Así surgió la idea ‘Manual de Supervivencia Femenina’, una bitácora para aquellos que se encuentran frente a una relación malsana, que quizás no lo saben o no lo quieren admitir, con las claves para detectar patrones tóxicos y el buen desarrollo de una verdadera inteligencia emocional.
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“Las mujeres sin manual podemos manejar maquinaria pesada, un hogar, un montón de cosas, pero cuando tiene que ver con las relaciones interpersonales, ahí nos enfrentamos a situaciones donde cometemos muchos errores. Nosotras mismas nos manipulamos, nos quejamos, nos ofendemos, nos enojamos, lo que nos lleva al abuso de la comida, del alcohol, pero sobre todo, nos saboteamos y nos victimizamos”, comentó Carmen Larrazábal.
Y agregó: “Es importante tener claro que no siempre la culpa la tienen ellos. No son los hombres los causantes de nuestras desgracias, lo causamos nosotras mismas al aceptar comportamientos de otros que nos hacen daño y no ser capaces de poner límites importantes”.
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Son 20 años de experiencia, pero también un legado familiar. Su mamá sigue siendo un referente de sabiduría en su región dirigiendo el colegio más grande del Cesar y la Guajira, por lo que Carmen desde niña escuchaba cómo las mujeres se acercaban a su mamá para quejarse, por siempre ha creído que ella continúa con la labor que hace su mamá, pero ahora, en otras áreas y otras herramientas.
“Yo seguí esa línea pero preparándome más en las carreras profesionales en que eso tuviera un compromiso total, como la psicología, el derecho, terapia de pareja, sexualidad y todo lo que tuviera que ver con ello”, continuó.
Asegura que hoy hay menos excusas para no buscar ayuda, las herramientas cada vez están más a la mano, tanto para buscar un consejo, una terapia o para hacer un llamado de alerta por si se requiere.
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“Antes la información era más limitada, más difícil de compartir y más en las regiones del país, donde la gente vive en veredas y antes, tenía que bajar al pueblo para ello y consultar una vieja enciclopedia, pero ahora todo lo tenemos más a la mano, por que la tecnología ha ido a nuestro favor y colaborado para abrirnos los ojos para ayudar a generar un cambio importante que se hace del interior al exterior. Cuando yo genere un cambio importante en mí, mi entorno lo va a notar de inmediato”, aseguró la doctora Carmen.
Es una invitación a las mujeres para que sean más inteligentes en este aspecto y estar alertas del peligro de las mismas relaciones en las que ellas mismas han decidido participar. “A mí no me ponen un revólver en la cabeza para escoger a un personaje, y muchas veces nosotras nos equivocamos y caemos con el equivocado para nosotras”.
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Y continuó: “Somos especialistas en victimizarnos, somos especialistas en justificarnos y engañarnos. A veces nos engañamos en temas como el peso, pero buscamos que los otros nos digan que no lo estamos, aunque sabemos bien la cantidad de comida que ingerimos y el peso que tengo y cuál debería tener”.
Para muchos, es una doctora muy dura y directa a la hora de decir las cosas, porque no busca decir lo que quieren escuchar, sino lo que necesitan escuchar, mostrando que siempre una crisis es una oportunidad para crecer, cambiar y buscar ser felices.
“No tengo problema con decirle a un paciente que vive un proceso de manipulación, que no se victimice ni se saboteen. Lo mejor es abrazarse, cuidarse, vigilar su salud para escoger bien, y si no, mirar la soledad como una oportunidad para tener un estilo de vida diferente”.
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Mantener la independencia, la dignidad, la libertad a una altura equilibrada y nivelada desde el inicio de la relación es una de las claves para el desarrollo de una relación de pareja.
“Los hombres son capaces de enamorarse de nuestros procesos. Los hombres aman a las mujeres inteligentes, a las aguerridas, a las decididas, las que corren riesgos, porque terminamos como complementos, pero solemos olvidar que siempre hay que trabajar en temas como la autoestima, pero hay unas expresiones que nos llevan a sujetarnos precisamente a ese tipo de condiciones que nos bajan la autoestima”,
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En consulta, la doctora Carmen suele escuchar expresiones como: “Sin un hombre no soy nada”, así como conoció a una mujer, cerca de casa, con la intentó hablar para ayudarla, pero le dijo: “No puedo hablar porque el ogro está en casa”, por lo que decidió ir hasta su casa y lanzarle el libro por encima de la reja del antejardín diciéndole: “tome, ¡sálvese!”.
“Muchas veces somos las mismas mujeres las que no tomamos las determinaciones para salvarnos. Otras me llegan con la frase: ‘He creado mucha dependencia hacia él’. , porque Dependencia a nada, nosotras somos las que decidimos a qué queremos depender. Es nuestra decisión”.
Pero también, en las páginas de su libro, presenta todas las clases de hombres tóxicos con los cuales las mujeres podrán encontrar en su vida, entre el mentiroso, así como el infiel, pero le da un punto especial al mujeriego, aquel que necesita estar con la mayor cantidad de mujeres posibles.
“Muchas mujeres lo aceptan casi por pensar que es un patrón cultural, porque ‘todos los hombres son así’, y no es la realidad, deben buscar apoyo, porque a los tóxicos no se les puede dar oportunidades porque nunca van a cambiar”.
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Como manual, Carmen Larrazábal, publica este libro de 196 páginas para que las mujeres se puedan hacer cargo de sus vidas, en búsqueda de la estabilidad que merecen y con ella la felicidad.
Por: Colprensa