Diariamente los artistas trabajan fuertemente por posicionarse en la industria musical , pero solo aquellos que tienen constancia logran su objetivo. Tal es el caso de Ariel Duque, un saxofonista colombiano que inició su trayectoria en la esfera pública, más específicamente en los buses, lo que le permitió irse desenvolviendo mejor con el público y prepararse para conquistar escenarios con más audiencia.
En diálogo con Caracol Televisión, Duque afirmó que, contrario a lo que muchos pueden pensar, nunca sintió pena de montarse a los buses de servicio público para demostrar sus habilidades, debido a que se considera una persona espontánea. Cabe resaltar que inició tocando la quena, un instrumento característico de la música andina, que le permitió recoger dinero y comprar una flauta traversa.
Mira también:
"Una vez adquirí la flauta traversa entré a la universidad y allí llevaba los saxofones, que un amigo me traía de Estados Unidos, y los vendía a los compañeros para que todos se antojaran", comentó el hombre, quien no tenía idea en ese momento de que su carrera estaba a punto de ascender luego de que un compañero le hiciera una propuesta de trabajo.
"Un compañero una vez pensó que yo era saxofonista realmente y me propuso un negocio de ir a una presentación", agregó, de manera que tuvo que prepararse durante 10 días y, además, se vio en la necesidad de contratar a Sergio Chaple, un maestro en la materia, quien le dio una inducción sobre los temas básicos que podía interpretar.
Publicidad
Desde aquel show, que resultó se todo un éxito, Duque empezó a recibir más propuestas laborales que le permitieron ir ascendiendo hasta ganar reconocimiento a nivel internacional. También ha tenido la oportunidad de aprender de varios expertos de México y de Estados Unidos que le aportan significativamente su proceso.
Con toda su trayectoria artística, el hombre asegura que no alteraría ningún detalle de su pasado para lograr popularidad más rápidamente; por el contrario, es un fiel creyente de que las cosas que vivió debieron pasar para que aprendiera cuál era el camino correcto a la felicidad. "Desde que soy pequeño, he sido consciente de cada paso que he dado y me encanta", puntualizó.