Caminar detrás del escenario del Circo del Sol es tan mágico como el show que se vive cada noche frente a los espectadores. Es justo en ese momento que se entiende por qué la calidad del espectáculo, la precisión de cada uno de sus movimientos y la razón por la que lo llaman el mejor circo del mundo.
En el backstage pasan muchas cosas. Basta con entrar y escuchar personas hablando en inglés, francés, ruso, portugués, español, entre otros idiomas, para saber que este performance lo conforman los acróbatas más especializados y que en escena se apreciará una variedad de culturas y talentos inigualables.
Su agenda es cuidada minuciosamente y bajo un estricto horario se llevan a cabo las horas de ensayo. El show comienza desde temprano, pues siempre hay movimiento detrás del escenario principal del Circo del Sol. En la tarima los artistas hacen pruebas tal cual se verá la carpa en la noche, pero sin público. Las luces, el sonido, los movimientos, todo tiene que ser exacto para que no exista el más mínimo margen de error en vivo.
La carpa de ensayos incluye una zona de vestuarios, camerinos, maquillaje, un área de entrenamientos completamente equipada y una sala de fisioterapeutas con dos especialistas de medicina deportiva que viajan en cada gira.
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En la cocina no hay restricciones, cada uno de los acróbatas tiene claro qué le exige su cuerpo y cómo debe consumir los alimentos, por eso hay diferentes alternativas a cualquier hora del día. A este lugar lo llaman "el corazón de la ciudad", pues es el punto de encuentro entre artistas y técnicos. Allí se sirven entre 200 y 250 comidas al día, seis días a la semana, preparadas por un encargado de cocina y tres cocineros contratados en Bogotá.
La relación que hay entre los miembros del Circo del Sol también es admirable y no es para menos, conviven 22 nacionalidades distintas, tienen un trabajo en donde comparten 24 horas al día, se acomodan a diferentes países cada año y, como si fuera poco, todos están lejos de sus familias.
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Imogen Cairns es gimnasta olímpica y acróbata. La artista británica nos abrió el telón de Amaluna para poder entender qué pasa adentro, habló sobre lo encantador y exigente que es trabajar para el Circo del Sol, de lo que pasa el día de descanso y cómo hacen para estar tanto tiempo lejos de casa.
Una producción enamorada de Colombia
Amaluna se estrenó por primera vez el 19 de abril de 2012 en Montreal y desde entonces ha pasado por Canadá, Estados Unidos y Europa, todo esto antes de llegar a Sudamérica.
Cairns cuenta que la llegada a Colombia fue una gran sorpresa para la producción, pues muchos de los artistas habían escuchado muy buenas referencias del país, sus paisajes y, sobre todo, su público.
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"Cuando empecé a trabajar en el Circo del Sol viajamos por toda Europa. Soy inglesa así que estaba muy emocionada de estar allá. Sin embargo, cuando nos dijeron que nuestro próximo destino era Sudamérica me emocioné mucho porque siempre deseé viajar por allí", aseguró la artista, quien se considera "amante de las aventuras".
Por cosas del destino ya conocía Colombia, pero es su primera vez en Bogotá, así que en sus tiempos libres, sola o acompañada, aprovecha para ir a museos, caminar y disfrutar de la ciudad. Aunque tampoco descarta tomarse un merecido descanso y relajarse antes de comenzar la semana.
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Estar lejos de su familia no le afecta, pues le encanta viajar, ellos saben que es parte de su felicidad y por eso la entienden. Aunque la gira del Circo del Sol le ocupa todo el año, está muy emocionada porque una vez termine en Colombia podrá reunirse con sus seres queridos.
"No he visto a mi familia, ni he estado en Inglaterra porque en mi elección amo viajar y conocer países. Estoy feliz de estar en casa de nuevo. De igual manera, mi familia me apoya y todo el tiempo estamos en contacto", agregó.
Un show con mucha exigencia
La disciplina no es nueva para Cairns, pues se enfocó en su carrera desde muy joven y gracias a la gimnasia artística logró llegar a los Juegos Olímpicos en 2008 y 2012.
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Pero por más experiencia que tenga, Amaluna es un estilo de vida totalmente distinto. Allí aprendió a trabajar en equipo, convivir con personas de todo el mundo, formarse con expertos en diferentes disciplinas y relacionarse con personas de su género, pues esta es la primera vez que el Circo del Sol tiene un reparto que en su mayoría se compone de mujeres.
El dato curioso
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La gira de Amaluna se sirve de proovedores locales para muchos artículos como la comida, combustible biodiésel, hielo seco, maquinaria, bebida para el público, gestión de residuos, etc, por lo que aporta sumas significativas de dinero a la economía local. Para su montaje fueron necesarios 85 camiones que transportaron cerca de 2.000 toneladas de equipos para el show. Adicionalmente, el Circo del Sol ha enamorado a más de 180 millones de espectadores alrededor del mundo desde 1984.
Por: Carolina Vergara / Periodista Caracol Televisión.
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