El Festival Internacional de Música Sacra de Bogotá eligió para su décima versión varios escenarios que acercaron al público a la magia que hay detrás de esta expresión artística. A través del evento se buscó promover el diálogo, la unión y el respeto a la diversidad de creencias.
Iglesias, templos, teatros, auditorios, cárceles, universidades y clínicas, todos estos lugares han prendido sus luces y salido de su cotidianidad para convertirse en escenarios donde la cultura de paz fueron las protagonistas. En ellos quedó plasmado el talento de cada uno de los artistas que con sus interpretaciones transportaron a épocas como el Renacimiento, Barroco, Clasicismo, entre otras.
¿Qué mejor forma de reactivar el turismo y regresar a los escenarios que con arte y cultura? Para esto, en alianza con el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, y FONTUR, se realizó la primera gira del festival y se conmemoraron sus primeros 10 años, a través de seis lugares representativos de Colombia: Chiquinquirá, Las Lajas , Buga, Zipaquirá, Barichara y Mompox.
Barichara, un emblemático escenario
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La historia detrás de cada una de sus calles y la magia que se esconde en este lugar cuya infraestructura transporta a otra época, hizo que fuera el terreno perfecto para que a través de la música se diera un paseo por los siglos XV al XVIII.
'El pueblo más lindo de Colombia', como es conocido popularmente, abrió sus puertas para que Ensamble Alfabeto, una propuesta musical dedicada a la difusión de su repertorio conformado por voz, laúd renacentista y guitarra barroca, ofreciera un concierto lleno de magia y espiritualidad religiosa.
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La Capilla de Santa Bárbara, construida en el S. XVIII, fue el lugar perfecto para que Andrés Silva, tenor y Julián Navarro, laúd renacentista y guitarra barroca, llenaran el recinto y la ciudad con música sagrada, para unir a los colombianos en un solo canto de amor.
Durante su concierto se presentó música vocal-instrumental de los siglos XVI y XVII. Las cuerdas pulsadas fueron interpretadas por Navarro, doctor en música de la Universidad de Barcelona, y quién tiene una amplia experiencia en Europa tanto en conciertos como en grabaciones discográficas. Silva, quien lo acompañó con su voz, recibió la beca Carolina Oramas de la Fundación Carolina y la beca de la prestigiosa Schola Cantorum Basiliensis en Basilea (Suiza), en donde completó su especialización en el repertorio barroco y clásico.
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David Manzur, artista de honor de la imagen del Festival
Pintor colombiano, reconocido por la constante evolución de su obra y su influencia por el barroco español. Su trabajo resalta la naturaleza muerta, la figura e historia de San Sebastián y el uso del caballo en diferentes situaciones.
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En esta oportunidad, fue el artista de honor de la imagen oficial del X Festival Internacional de Música Sacra de Bogotá.
“La música de manera individual es positiva, pero si se vuelve masiva ayuda a aliviar esta tensión en que vivimos, tanto económica, como política, en todo sentido. Este décimo Festival de Música Sacra se convierte en un encuentro de música de cámara tan íntima, como lo es la relación de la voz humana con un laúd, que es uno de los instrumentos más específicamente clásicos en la historia de la música y no ha sido tan protagonista como un violín”, aseguró Manzur.
Además, resaltó la labor del festival y sus creadores por llevar esta historia a diferentes partes de Colombia: “Es importante despertar al interés por la música y, en especial, esta que no es tan popular. La música más importante nació en las iglesias y de ahí lo relevante de volver a estas raíces”, concluyó.
Es precisamente la música un componente infaltable en nuestra vida diaria y gracias a espacios como el ofrecido por la Corporación Cultura InterColombia, que el arte y la cultura se manifiestan de diferentes maneras. A través de esta entidad sin ánimo de lucro creada hace 24 años se desarrollan relaciones a nivel nacional e internacional que mejoran la calidad de vida de los ciudadanos y la convivencia social.
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Dentro de sus iniciativas más importantes están: Festival Internacional de Música Sacra de Bogotá, Instituto Federico Chopin en Colombia, fundado en 1998, el Concurso Nacional de Piano Federico Chopin Colombia, y el Festival Federico Chopin Colombia.