La exitosa serie de Netflix ‘El juego del calamar’ ha dado mucho de qué hablar en redes sociales, bien sea por sus escalofriantes escenas o porque muchos internautas expresan que quisieran participar en el juego, generando que muchos ante la curiosidad llamen al número telefónico que aparece en uno de sus episodios o se pregunten si en realidad existe.
En el capítulo se puede ver como un hombre misterioso le da una tarjeta al protagonista Seong Gi-hun y a otros personajes que contiene un número telefónico de ocho dígitos, diciéndoles que llamen si quieren unirse al juego, donde deberán arriesgar su vida para ganar una millonaria suma de dinero.
Para todos lo que tienen esta pregunta, el contacto sí es real y pertenece a un hombre que vive en Corea del Sur; así lo afirmó el medio asiático South China Morning Post, relatando que desde que inició la serie el hombre ha recibido por más de 10 días miles de llamadas y mensajes de texto a su teléfono.
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Según lo relatado por el diario local, el hombre tiene 40 años y vive en la provincia de Gyeongju, además tuvo la oportunidad de hablar con una emisora a la que le contó que al principio pensaba que eran llamadas de “spam”, pues no estaba enterado de la serie del gigante del streaming y solo hasta que una persona lo llamó contándole que el número aparecía en uno de sus capítulos, se enteró.
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Asimismo, manifestó que recibía muchas llamadas de jóvenes y niños diciéndole que querían entrar al juego, atendiendo tantas que no ha podido dormir tranquilo.
Aunque, lo primero que pensaría alguien seria en cancelar la línea, el hombre contó que para él es imposible hacerlo, pues tiene ese número desde hace 10 años y si lo cancela perdería todo su trabajo, pues de esto depende económicamente.
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Y es que la revolución con el teléfono fue tan grande que Netflix ya está negociando con el propietario para resolver los inconvenientes generados, ya que nunca estudiaron la posibilidad de que el número existiera e incluso un aspirante a la presidencia del Corea del Sur ofreció al hombre 100 millones de wones (85.000 dólares) para comprarle la línea y liberarlo del problema, generando cientos de críticas por parte de los medios asiáticos y la población por sus excentricidades.