Salvaje y visceral, así fue el show de Bunbury en Bogotá

12 de Febrero, 2018

Actualizado: febrero 12, 2018 10:46 a. m.

Dos años pasaron para volver a ver en Bogotá a Bunbury. La última vez que el cantante español pisó la capital fue en el marco de su "Mutaciones Tour" en 2016. Puede que para muchos haya sido corta la espera, pero para los verdaderos fanáticos era justo y necesario. No por nada, muchos seguidores llegaron al lugar del evento desde las 8:00 a.m. del domingo para cumplirle la cita al músico nacido en Zaragoza.

Largas filas rodearon el Palacio de los Deportes. Hombres y mujeres llegaron con su mejor atuendo tratando de imitar a Enrique en su vestuario con sombreros, camisas y botas características del cantante para hacerlo sentir como en casa en su regreso al país en la gira de promoción de su "Ex Tour".

Sobre las 7:05 p.m. se apagaron las luces y los músicos empezaron a salir al escenario hasta ver un hombre con traje blanco y una melena al viento. Era él, Bunbury. Las cerca de tres mil almas explotaron de emoción al ver de nuevo a su ídolo y la fiesta comenzó.

"Bogotá es un inmenso placer estar de nuevo con ustedes en la ciudad gótica" fue la frase perfecta de Enrique para darle rienda suelta a una noche de pasión en donde a través de sus 23 canciones ofreció un viaje por las diferentes épocas de su carrera musical.

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"La ceremonia de la confusión", "La actitud correcta", "Cuna de caín", "Parecemos tontos", "En bandeja de plata" de su disco "Expectativas"; "El rescate", "Despierta", Lady Blue" y "Más alto que nosotros sólo el cielo", "El extranjero" de su carrera como solista y "Mar adentro", "Maldito duende", "El mar no cesa" y Héroe de leyenda" de su etapa en Héroes del Silencio fueron parte de las joyas que el cantautor presentó a sus seguidores, quienes demostraron su fidelidad en la fría noche de domingo.

Siete músicos en escena acompañaron al cantante español en su colorido, enérgico y emotivo show donde demostró que sigue siendo una viviente estrella del rock y lo demuestra con cada movimiento en el escenario.

El público bogotano aclamó con gritos de "Enrique, Enrique, Enrique" cada una de sus intervenciones. Por su parte, Bunbury demostró su amor a los asistentes mandando besos, dando gracias infinitas al final de cada canción y hasta arrodillándose al ver la respuesta positiva de los asistentes al concierto.