Especialidad deportiva: Lucha Olímpica
La familia de la madre de Hernán es conocida en toda la región como La dinastía Ipuz porque de diez tíos, siete entrenaron lucha y hasta su mamá estuvo en una lona. Su destino era convertirse en luchador como ellos, pero Hernán quería ser el mejor de todos.
Así empezó con 9 años su proceso en la lucha, un camino lleno de gloria que inició con pequeños campeonatos locales, hasta llegar a competir al más alto nivel, representando al país en tres mundiales de Lucha, Juegos nacionales, Juegos Panamericanos, Sudamericanos, Campeonatos de Centroamérica y el Caribe…Hernán ha logrado todo lo que ha soñado como atleta, sin embargo, hay un sueño que aún le falta y que se convirtió en obsesión: alcanzar una medalla olímpica.
Se considera una persona muy calmada, tranquila, optimista y alegre. Como buen deportista no sale mucho, las medallas exigen sacrificios. Él viene de una familia humilde, y cree firmemente que la gente tiene que ser así. Es supremamente respetuoso y espera que los demás lo sean. Evita los problemas, no le gusta tener inconvenientes. Para Hernán uno de los grandes retos del Desafío va a ser pasar hambre porque le gusta comer mucho.