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Los equipos Pibe y Tino piensan cómo van a sorprender a sus Directores Técnicos, pero estos llegan antes de sorpresa y los reúnen para expresarles su orgullo de haberlos visto crecer tanto en cada una de las pruebas, sin importar los resultados que obtuvieron.
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Ante la pregunta sobre cuántos millones recibirá la abogada por haber llegado con Kevyn hasta la gran final y convertirse en los campeones, ella bromea y susurra “500”, haciendo referencia a quinientos millones de pesos; pero él responde que ese es un asunto entre los dos que resolverán posteriormente.
“Él es real y justo”, agrega la finalista, demostrando que más allá de lo económico, lo que llena su corazón es la satisfacción de haber triunfado y que confía en el criterio del ganador. Finalmente, dicen “el cielo no está oscuro, está rojo”, para celebrar lo logrado.
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