Francisco, eliminado del Desafío 20 años tras ocupar el último lugar en un Desafío a Muerte, contó en ‘A las carreras’ con Electrolit, que a lo largo de su vida ha tenido que superar muchos obstáculos, pero pese a las barreras, su familia, el deporte y las ganas de salir adelante lo han mantenido de pie.
“El esfuerzo físico más grande ha sido trabajar en los semáforos a temperaturas grandes y con calentura en el asfalto. Cuando el semáforo se ponía en rojo salía al show y el único tiempo para descansar era cuando estaba en verde. Tuve que llevar mi cuerpo al límite”, contó.
Además, confesó que logró superar un momento muy difícil de su vida con la ayuda de las personas que lo rodean.
“Salí de la drogadicción gracias a las oraciones de mi mamita y el apoyo de mi familia, también con ayuda del deporte que mantuvo mi mente ocupada”, agregó.
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Francisco trabaja como recolector de basura en las calles de Cúcuta y ha encontrado un propósito que va más allá de simplemente limpiar las calles: ha aprendido a ser consciente del impacto ecológico y el valor del reciclaje.
Su trabajo no solo lo llena de orgullo, sino que también lo ve como una oportunidad para ser un ejemplo para sus tres hijos y para toda la comunidad.
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Pero el desafiante es mucho más que un recolector de basura; es un artista callejero con un talento excepcional para el breakdance. En 2017, emprendió un viaje por tierra hasta Ecuador, bailando en los semáforos y demostrando su habilidad como artista callejero. Su velocidad y agilidad son sus mayores fortalezas físicas, lo que le permite destacarse en su arte y capturar la atención de quienes pasan por las calles.
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