Él es un hombre estudiado, culto, cariñoso y honesto, que sobrevive a la corrupción política que lo rodea. Ama a su esposa y a sus hijos, que son su principal motivación. Pese a que recae en sus vicios, su temor al qué dirán y sus escrúpulos lo mantendrán en pie.
Gerardo es un ex ministro de transporte y dueño de una constructora en asocio con Alfredo Venegas. Un hombre cariñoso, responsable y entregado a su familia, pero con un pasado oscuro. Su adicción a la cocaína, de la que logró salir en la juventud, aparece como un fantasma ante la quiebra de su empresa.
Desesperado por dinero, llega al Bronx a vender sus bienes para cambiarlos por drogas. Por suerte, allí, se encontrará con Carlos, su antiguo chofer y único amigo que lo ayudará a enfrentarse al monstruo de la drogadicción, para intentar recuperar a su familia.