Diariamente, Álvaro Suárez, reconocido tapahuecos de Girardot, Cundinamarca, sale de su vivienda a recorrer las calles y cubrir con asfalto aquellas aberturas en el piso que generan graves accidentes de tránsito y que, en muchas ocasiones, terminan en muertes que pudieron ser evitadas a tiempo.
El hombre empezó a trabajar en este oficio hace poco más de una década, cuando un amigo le expresó su preocupación por el estado de las vías. Suárez, al tener la oportunidad de viajar por ciudades como Barranquilla, Santa Marta y Medellín, porque se dedicaba a conducir una tractomula, vio la necesidad de reconstruir las calles de la 'Ciudad de las Acacias' para brindar seguridad a los ciudadanos.
Sin descansar ni un día a la semana, este empleado del mes seca el hueco, en caso de que esté mojado por las lluvias, agrega el asfalto caliente, los carros que pasan por la vía se encargan de compactarlo y, finalmente, barre los bordes del piso para que el material quede uniforme con el resto del concreto.
Quizá una de las características de su trabajo que más llaman la atención es que debe estar expuesto durante varias horas al inclemente sol, por lo que tiene que usar algunas prendas que se han convertido con los años en su identificación.
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"El sombrero es mi distinción, esa es mi cédula como el tapahuecos de la ciudad", comentó el hombre, añadiendo que usa también camisa manga larga para cubrir sus brazos de los rayos solares y unas botas que le permiten moverse con total comodidad para realizar su labor.
Una de las anécdotas que más recuerda de su oficio es el día en que lo llamaron para tapar un hueco mortal que acabó con la vida de un conductor quien, en su intento de esquivar a un ciclista, cayó en él. A pesar de que no tuvo la oportunidad de prevenir ese accidente, Suárez trabaja con la fuerte convicción de que mejorará la maya vial para el bienestar de su comunidad.
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Por eso, 'Don 'Álvaro', como es llamado por sus allegados, es sin lugar a dudas el Empleado del Mes, ya que representa a aquellos colombianos que con cara amable y perseverancia trabaja incluso bajo las más fuertes temperaturas brindando seguridad en la carretera, para sostener a una familia que lo espera con los brazos abiertos cada vez que termina su jornada laboral.
Por: Marianella Chavarro Castro