La documentalista Suzanne Crocker, su esposo y sus tres hijos inician una travesía con el motivo de abandonar la hiperconectividad. Tras dejar la comodidad de su casa, deciden adentrarse en un remoto bosque de Canadá y vivir allí durante nueve meses para reconectar con la naturaleza y, sobre todo, con ellos mismos, con lo que los hace más humanos, y sin un reloj alrededor.
Este documental se adentra en la intimidad de la familia y registra las dinámicas que les permiten sobrevivir a un entorno sin electricidad ni agua potable. En el silencio del bosque descubren nuevamente la fuerza de ese amor que los une, que les asegura que vayan donde vayan seguirán juntos. No hay prisas, tienen todo el tiempo del mundo.