Lorenzo decide renunciar por completo al grupo de las Hermanitas Calle luego de ser acusado de ladrón y, aunque Fabiola le ruegue para que se quede, él no piensa nadar contra la corriente y, mucho menos, pelear con Julián para ganarse un lugar en la casa de las Calle.
Sin embargo, Lorenzo también teme que descubran que es adicto al juego y a las drogas, un tema que prefiere mantener oculto hasta a su novia. Pero por una votación familiar, regresará nuevamente al grupo, esta vez para declararle la guerra a Julián.