Dado que solo uno de los miembros de cada equipo puede ir a cantar con su mentor, los participantes de cada selección toman la decisión de darles unos amuletos a sus representantes para que interprete como si todos ellos estuvieran a su lado, pues son conscientes que los objetos tienen las energías de sus dueños.
Esto toma por sorpresa a cada uno de los cantantes, que realmente ven este gesto como una forma de conectarse entre todos y así dar lo mejor de sí para lograr que los colombianos voten por sus equipos y puedan llevarse los diez millones de pesos de este primer ciclo de la competencia.
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Este momento se convierte en un espacio en el que aprovechan para decirse cosas positivas y depositar en ellos toda su confianza, además, para abrir el corazón ante los sentimientos que este espectáculo les produce.
A pesar de esto, el aura de la Selección Morada se ve afectada debido a que Mel (Yo Me Llamo David Bisbal)
se siente excluido de su equipo, ya que todos se reunieron para hacer esta especie de ritual, pero no contaron con él, pues ni siquiera sintieron su ausencia.
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Llenos de culpa, sus compañeros tratan de remediar las cosas, sin embargo, él se siente bastante dolido ante la situación y les pide que se pongan en su lugar. A su vez, asegura que desearía no haber visto esa escena.
En cuanto al resto de equipos, todos se sienten bastante felices de poder entusiasmar a sus cantantes y tener un instante en el que todo es armonía y una perfecta relación.
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