Desde que pisa el escenario, Katta Kastaño envuelve a los mentores, quienes se concentran en escuchar su voz y se dejan cautivar por las emociones que va transmitiendo con su canto, por lo que demuestran como se van sorprendiendo con su recursos vocales.
Mientras que sus compañeros la están viendo en la gran pantalla que está en la sala del Campamento Musical, algunos de ellos reflejan lo felices que están de verla allí y lo apropiada que fue su interpretación.
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Luego de cantar, esta participante nos revela cuál fue la historia que le dijo a su hija Eva para explicarle no solamente su ausencia por un tiempo, sino para que ella entendiera la aventura en la que su madre se iba a aventurar, algo que notoriamente le alegró, tanto que le preguntó que si podía compartir dicha noticia con sus amigas del colegio.
Sin embargo, tiene un sabor agridulce con respecto a su hijo León, quien apenas tiene ocho meses, pues es consciente de que él no sabe lo que realmente está pasando con su mamá y aprovecha para enviarle un mensaje lleno de amor.
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Ante estas declaraciones, Maía
no puede evitar verse identificada con este sentimiento maternal, pues ella tiene una hija de siete meses y sabe lo difícil que es separarse de estos pequeños, pues es algo que les rompe el corazón.
En medio de lágrimas, la mentora exalta que muchas mujeres en Colombia son cabeza de hogar y deben dejar a sus hijos para irse a trabajar, conseguir un sustento y luchar por sus sueños: "esa es la vida, mis respetos y bendiciones".
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