Everardo es un viejo conocido para muchos inquilinos en el barrio, a quien algunos le deben y todos respetan por ser dueño de un número considerable de casas y lotes en la zona.
Es un hombre oportunista, recursivo, rebuscador, que se las ingenia para sacar provecho de cualquier situación, siempre pensando primero, y casi exclusivamente, en sus intereses personales por encima de cualquier otra cosa.
Es el candidato perfecto para meterse en política, pues sabe como nadie lo que es trabajar para otros, pero cuidando por encima de todo su propio pellejo.
Everardo es de los que dice una cosa, pero hace otra, siempre pensando en su beneficio propio; de los que miden a las personas según la utilidad que le representen, más que por algún valor sentimental. En definitiva, es lo que se conoce como un viejo zorro a la hora de hacer negocios, o de hacer lo que sea necesario para salir bien librado de cada situación en la que pueda correr algún tipo de riesgo.
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