La hija mayor de Lucho que un día le dijo: "Papá, yo no quiero que me rechacen más cuando voy a conseguir trabajo, ni sirvo para tener de jefe a nadie, ayúdeme con un carrito de dulces, yo me consigo mi esquina y me gano la vida". Y así lo hizo, y desde entonces no ha desfallecido un solo día.
Así es Marcela, comprometida, de carácter fuerte, independiente y, aunque muy reservada, quizás es la más inteligente de todos ellos. En los momentos de mayor crisis ha sido el último bastión del equipo, encontrando siempre soluciones y las palabras sabias para seguir adelante.
Quizás su infortunado accidente le hizo ver con mayor claridad la vida. Día horrible y tormentoso en el que la pequeña, de tan solo año y medio, se vio envuelta en llamas. Gloria y Lucho guardan una eterna culpa por lo que sucedió, pero jamás la han descuidado, siempre la defendieron de cualquiera que intentara hacerla sentir mal, al igual que Leidy, su hermana menor.
Todos acuden a ella para pedirle consejo. Incluso su madre, la más echada para adelante, y su papá, que a veces como un niño pequeño, cuando no sabe dónde meter la cabeza, corre a su lado para que le ayude y sobre todo les dé ese amor tan grande que sólo puede tener el corazón de Marcela.
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