Sandra es una madre soltera que nunca ha querido confesar la identidad del padre de su hijo, pero por su trabajo muchos especulan que es de un narcotraficante al que tuvo que infiltrar en una operación hace muchos años.
Ella fue una avezada agente secreta que después de ser mamá se retiró del campo y ahora, desde la oficina, es la cabeza de operativos. Eso quiere decir que es quien maneja a los informantes, diseña las infiltraciones de otros agentes y da las instrucciones de cómo, cuándo y a través de quién acercarse a los objetivos.
Ahora que se enfrentan a la vuelta de Lerner Junior, Porto le ordena retomar su fachada con el Coyote, un antiguo compañero con quien terminó muy mal su última misión hace ya 10 años. En esa época se dieron a conocer como esposos y deberán retomar su fachada, tratando de hacer caer a los banqueros que lavan el dinero del narcotráfico.