Yolanda no tiene pelos en la lengua y, aunque ella es la de la idea de conseguirle marido a su hija, solo lo hace porque quiere librarse de ese ‘chicharrón’. Parece desinteresada y distante, pero está pendiente de cada uno de los movimientos de los que la rodean.
Es bastante intuitiva y conoce a su hija como la palma de su mano. Aunque su familia se está desmoronando, se toma las cosas con calma y hace lo que sea para que todo funcione de la mejor forma.
A estas alturas ya no le importa que su marido esté con otra, aunque no desaprovecha los momentos para darle celos a la ‘guaricha’.