Cualquiera diría que el atractivo Liam Neeson tiene algún punto débil... pero sí, esa flaqueza existe. Y de ella ha dado cuenta el propio actor.
"Soy un blando con las alturas. Simplemente lo soy. Todos somos humanos, ¿verdad? Habrá gente a la que le de miedo las serpientes o las arañas. A mí no. Yo cojo arañas y las saco fuera, y cosas así. Pero hazme subir a una silla para arreglar una lámpara o lo que sea y... boom", contó a people.com.
Pero a pesar de esta confesión Liam, de 62 años y padre de Micheál de 19 y Daniel de 18 años, sigue siendo un rostro habitual en películas de acción, como en la francesa 'Taken'. Y piensa seguir siéndolo, exprimiendo mientras pueda lo mejor de cada papel.
"Es como ser un niño en una juguetería. Me los ofrecen, yo los pruebo y cojo los buenos. No va a durar siempre, por lo que aprovecho mientras pueda", añadió.
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