El cantante Alejandro Fernández ha conquistado a mujeres a lo largo y ancho del globo con su elegancia sobre el escenario, pero lo que probablemente no se imagina ninguna de ellas es que detrás del buen porte del Potrillo cuando se enfunda sus trajes de charro se esconden muchas horas de entrenamiento y, sobre todo, una dieta muy estricta para controlar su pasión por el dulce.
"Comer es mi gran placer, ¡me fascina! Y tengo que tener cuidado por mi carrera, porque comer es una de mis debilidades. Me gusta probar de todo. Cuando viajo y voy a algún país nuevo me gusta conocer su cultura a través del arte culinario. Y me encanta el dulce: ¡el helado y los chocolates! Creo que esa es mi perdición", reveló el mexicano durante una entrevista con la periodista Adela Micha para la cadena Televisa.
Alejandro reconoce que le cuesta un mundo hacer deporte de manera regular para contrarrestar sus excesos con la comida.
"Trato de relajarme y de disfrutar el momento, y ya ponerme en mente que el siguiente mes tengo que ponerme las pilas para ir al gimnasio, ¡aunque eso nunca pasa!", confesó.
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En su vida diaria Alejandro, que fue criticado en varias ocasiones a lo largo del año pasado por su evidente aumento de peso, suele lucir un aspecto muy diferente de la refinada imagen que ofrece sobre los escenarios, optando por dejarse crecer el pelo y la barba para que sea más difícil reconocerle.
"Trato de ser lo más discreto que pueda, pero no voy a quedarme en casa y no salir (para que no me vean)", añadió.
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Por Bang ShowBiz