Si un equipo pierde es culpa del árbitro y si gana, es a pesar del árbitro. Siempre son los malos del juego. Como si fuera poco, ellos y sus familiares, especialmente sus mamás, reciben insultos en cada partido.
Nos pusimos a la tarea de entrevistar a tres árbitros profesionales y también a sus mamás para que nos dijeran cómo manejan esas situaciones.
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