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Foto: AFP
Con la cuenta atrás para el inicio de Coachella ya en marcha, la cantante Beyoncé ha tirado la casa por la ventana para asegurarse de que su paso por el festival californiano pase a los anales de la historia del certamen este próximo 14 de abril.
Con ese objetivo en mente, y tal y como asegura el portal TMZ, la estrella se ha encerrado con todos sus bailarines, coreógrafos, técnicos y demás miembros de su equipo en un estudio de Los Ángeles reservado en exclusiva para ellos y en los que lleva a cabo sesiones de ensayo de once horas diarias para pulir hasta el último detalle de su número musical.
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Pese a la privacidad que ofrece el recinto, la intérprete habría querido reforzar su personal de seguridad contratando a siete guardaespaldas que patrullan el perímetro de las instalaciones para asegurarse de que ningún curioso pueda acceder al interior y descubra algún detalle cuya filtración arruinaría la sorpresa que tiene preparada a su público para regresar por todo lo alto a los escenarios tras su baja maternal.
Está claro que Queen B tiene ganas de quitarse la espinita que le quedó clavada después de tener que cancelar su participación como cabeza de cartel en la cita musical del año pasado, un hueco que finalmente ocupó con éxito Lady Gaga. Pese a la decepción que el aplazamiento de su actuación supuso tanto para sus fans como para ella misma, Beyoncé se vio obligada a tomar esa decisión por consejo médico, en vista de que el embarazo de su mellizos Rumi y Sir, de seis meses, estaba demasiado avanzado como para soportar el gran esfuerzo físico que implica cualquiera de los conciertos de la artista.
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Por: Bang Showbiz
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