Puede que en la actualidad se gane la vida gracias a su sentido del humor, pero la realidad es que Ellen DeGeneres nunca soñó con dedicarse a la comedia, una vía profesional a la que acabó recurriendo únicamente tras comprobar que no tenía ninguna otra "habilidad".
"Es horrible, es algo a lo que te dedicas únicamente si no tienes ninguna otra habilidad", confesó la presentadora a la revista Vogue.
Parece ser que la verdadera vocación de Ellen es convertirse en un icono del mundo del diseño, por lo que ya está preparando el lanzamiento de la que será su propia marca de ropa y decoración, E.D., para principios del próximo año, una ocupación a la que planea dedicar todo su tiempo una vez que su carrera en la pequeña pantalla llegue a su fin.
"El día que decida poner punto final a mi carrera televisiva, pienso dedicarme al diseño", añadió.
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Pero el objetivo de esta nueva aventura empresarial de la simpática actriz no es ampliar su fortuna personal -valorada en unos 200 millones de dólares junto a la de su mujer Portia de Rossi-, sino facilitar a todo el mundo unos muebles de calidad a un precio asequible.
"Mi punto de vista es que todo el mundo debería tener buenos muebles de diseño, así que quiero hacerlos accesibles a todos los bolsillos. Mi proceso de meditación consiste en pensar en la decoración", concluyó.
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