La belleza de la actriz Evan Rachel Wood no es el resultado de estrictas dietas o exclusivos tratamientos de belleza, si no del empeño que pone en cuidarse tanto por dentro como por fuera a base de meditación y masajes, lo que le permite combatir de paso los dolores de espalda que sufre desde que diera la bienvenida a su primer hijo hace 14 meses, fruto de su fallido matrimonio con el actor Jamie Bell.
"Me encantan los masajes. Creo que es muy importante cuidar de nuestro cuerpo tanto como de nuestra mente y nuestro espíritu. Gran parte de mi estrés se manifiesta de forma física así que necesito deshacerme de él o de lo contrario comenzaría a dolerme todo el cuerpo. Sobre todo ahora que he tenido un hijo y le llevo en brazos todo el tiempo mi espalda está hecha un desastre", confesó a la revista Look la intérprete, quien también se considera una enamorada del yoga, disciplina que descubrió durante su embarazo: "Mi ejercicio favorito es el yoga. Lo estudié a fondo cuando estaba embarazada y me dejó fascinada. Es la mejor manera de estirar el cuerpo y liberar tensiones".
Pero además de dar mucha importancia a mantenerse en buena forma, Rachel también intenta llevar una alimentación lo más equilibrada posible para contar con energía suficiente a la hora de afrontar sus compromisos como madre trabajadora.
"Suelo tomarme un batido para empezar el día y nunca me olvido de añadirle algo de proteína en polvo porque me llena de energía, un poco de linaza porque va genial para la piel y unos cuantos arándanos por sus propiedades antioxidantes. Tampoco suele faltar algo de plátano, porque es mi fruta favorita", aseguró la actriz.
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