La actriz Evan Rachel Wood no se arrepiente de la intermitente relación que mantuvo con Marilyn Manson durante tres años, a pesar de que la hizo convertirse en el objetivo de duras críticas por haber sido supuestamente el detonante de la separación del roquero y su entonces mujer, Dita Von Teese.
"Creí que estaba enamorada de él. No estaba intentando demostrar nada o ser rebelde. Estaba intentando romper moldes, desde luego. Sabía que era más alternativa, más rara y atrevida. Y Marilyn era justo lo que necesitaba porque me sentía muy libre a su lado. Y esa libertad era muy atractiva... No cambiaría nada de nuestra relación, aprecio todo lo que me enseñó. Simplemente creo que no estábamos hechos el uno para el otro", explica la intérprete a la revista The EDIT.
El único recuerdo negativo que Evan guarda de aquella época es lo mucho que le dolió verse tildada de 'destroza hogares' en la prensa.
"La gente es cruel. Conseguí desarrollar cierta inmunidad ante ese tipo de cosas, pero no estaba acostumbrada a las críticas, así que me afectaron. Entonces lo único que sucedió es que me enfadé incluso más y me alejé de todo".
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A pesar de lo mucho que aprecia a Marilyn, el "gran amor" de la actriz ha sido su exmarido, el actor Jamie Bell, de quien se separó en mayo de 2014 tras 19 meses casados.
"Jamie es un encanto. Fue el amor de vida", reconoce.
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Actualmente el exmatrimonio mantiene una buena relación por el bien de su hijo de 2 años, a quien siempre han intentado mantener en el anonimato. Evan, que nunca ha querido revelar el nombre de su pequeño, dio a luz en casa y recuerda el parto como algo "psicodélico".
"Fue una experiencia psicodélica. Todo estaba vibrando".