A solo unos meses de darse el sí quiero con la abogada Amal Alamuddin, el actor George Clooney parece haber sacado algo de tiempo adicional para hacer planes sobre su futuro profesional, un nuevo capítulo laboral que podría dar comienzo lejos de la industria del cine si se confirma que el intérprete se está preparando para convertirse en el nuevo gobernador de California, representando al Partido Demócrata en las elecciones de 2018.
"George siempre ha sido muy popular entre los demócratas, y ¿qué mejor que aspirar a ser gobernador de California para iniciar su andadura en política? Siempre ha sido uno de los grandes activos del partido a la hora de hacer campaña, y cuenta con una amplia experiencia en lo que a asuntos públicos se refiere. Siempre ha estado muy implicado en los entresijos de la formación", explicó una fuente al diario Daily Mirror.
Sería después del mes de septiembre, una vez casado con su prometida, cuando el oscarizado intérprete podría anunciar su candidatura y, de esta forma, seguir los pasos de otros compañeros de profesión como Arnold Schwarzenegger -exgobernador de California y miembro del Partido Republicano-, demostrando que la política se convertirá en su máxima prioridad durante los próximos años. Tanto es así, que George Clooney ya habría rechazado numerosos proyectos cinematográficos para dedicarse enteramente al servicio público, contando con el apoyo incondicional de una futura esposa a la que no le importará viajar constantemente de Londres a Estados Unidos para estar a su lado.
La relación del famoso actor con los pesos pesados del Partido Demócrata siempre ha sido muy estrecha, como se desprende de la buena sintonía que mantiene con el presidente Barack Obama -con quien disfrutó recientemente de una noche de cine en la Casa Blanca- y de las cuantiosas donaciones que ha hecho a la agrupación durante las últimas campañas electorales.
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Quién sabe si George Clooney se propondrá algún día aspirar más alto y luchar por hacerse con el sillón del famoso Despacho Oval; si esto sucediese, Amal se convertiría en la primera británica en recibir el título de primera dama, mientras que el actor acabaría emulando la trayectoria del fallecido Ronald Reagan, quien pasó de ser estrella del cine a gobernador de un estado y, finalmente, a presidente de Estados Unidos.