El apuesto Hugh Jackman será el encargado un año más de conducir la ceremonia de los premios Tony, pero la gran experiencia que acumula como maestro de ceremonias en todo tipo de glamurosos eventos no le ha ayudado a relajarse de cara a la gran noche del teatro estadounidense que tendrá lugar este domingo. De esta forma, el intérprete australiano confiesa que afronta la tarea con la misma ilusión y el "nerviosismo" de siempre, a pesar de que está convencido de que recibirá una calurosa acogida por parte de los asistentes.
"Siempre acudes a este tipo de actos con mucha tensión y nerviosismo, pero en mi caso personal se debe a que siempre me he exigido mucho a mí mismo. El público siempre me ha tratado fenomenal y se ha mostrado muy agradecido, pero ni esa grata experiencia me deja tranquilo. La primera vez que se pusieron en contacto conmigo para presentar la gala no me sentía preparado para ello, nunca había estado en Broadway y creía que no podría hacerlo. Pero me dijeron: 'No te preocupes, te van a dar una bienvenida estupenda'. No me lo creí hasta que salí al escenario y vi que era cierto, así que estoy entusiasmado", explicó el artista al portal Access Hollywood.
En cierto modo, resulta comprensible que Hugh Jackman todavía exhiba cierta inseguridad ante el importante papel que jugará en el Radio City Music Hall de la ciudad de los rascacielos, ya que el auditorio estará repleto de estrellas, como Neil Patrick Harris -presentador de la pasada edición-, Chris O'Dowd o Bryan Cranston, quienes esperan subir al escenario para ser recompensados por su notable actividad teatral.
Pese a su inquietud mal disimulada, el actor se permite bromear sobre la posibilidad de que saque a relucir toda la agresividad de Lobezno -su personaje en la saga X-Men- si suena algún teléfono móvil durante una ceremonia que será retransmitida en todo el mundo.
Publicidad
"Tengo muchas sorpresas preparadas, quizá una aparición estelar de Lobezno si la gente no se comporta como debe", aseguró.