En julio de 2015, la noticia de que Louis Tomlinson estaba esperando un hijo con su amiga Briana Jungwirth, un niño que nació fruto de un breve romance y al que finalmente llamaron Freddie Reign, sorprendió al mundo entero. El cantante no ocultó que convertirse en padre a la edad de 24 años nunca había formado parte de sus planes, pero 18 meses después del nacimiento de su retoño, no puede más que alegrarse de que el destino le tuviera preparada tan inesperada sorpresa.
"Si alguien me hubiera preguntado en aquel momento, la verdad es que no, no hubiera tomado esa decisión, pero gracias a Dios alguien la tomó por mí porque es una bendición tener un hijo a mi edad. Lo que me encantaba de mi relación con mi madre, que me tuvo muy joven, cuando tenía 19 años, es que nunca sentí que hubiera una brecha generacional entre nosotros. Lo he notado mucho con mis amigos, que me decían: 'Mi madre no me entiende'. Con un poco de suerte y gracias a nuestra cercanía en edad, espero poderle darle eso mismo a Freddie", ha confesado al diario The Sun sobre las similitudes entre su relación con su primogénito y la que él tenía con su madre Johannah, que falleció el pasado diciembre a causa de una leucemia.
Tristemente, la madre del artista solo tuvo poco más de un año para ofrecer a su primogénito consejos acerca de cómo educar y criar a un niño, aunque sin saberlo le había estado preparando para ese desafío todo su vida. Louis creció en una casa llena de hermanos pequeños, siete en total, y niños a los que Johannah cuidaba, lo que posteriormente le ayudó a afrontar el papel más importante de su vida con serenidad y confianza.
"Hay muchos hombres que temen la idea de tener un hijo, pero yo me crié con niños. Mi madre era comadrona, así que yo siempre tenía un niño en brazos, incluso cuando no era ella la que los estaba teniendo. Eso me quitó el miedo porque vi en mi madre que todo lo que se necesita para criarles es una infinita consideración y amor. No es una ciencia demasiado difícil. Básicamente se trata de ser la mejor versión posible de ti mismo", ha revelado también.
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Todo parece indicar que el británico va a querer tener más retoños en el futuro -su sueño ha sido siempre formar una familia tan numerosa como la suya-, aunque todavía no está dispuesto a renunciar a sentirse como un joven de su edad que aprovecha los momentos que no pasa con su hijo para disfrutar y hacer alguna que otra gamberrada con sus amigos.
"Me cuesta decir que me siento como un adulto. Creo que todavía hay cierta inocencia e inmadurez en mí. Cuando estoy con mis amigos, quiero sentirme como un chico de 25 años. Pero cuando estoy con Freddie, actúo más como un buen padre, uno de verdad. Es como interpretar dos papeles completamente diferentes", ha asegurado al citado medio.
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