El intermedio de la Super Bowl, que cada año reúne a millones de personas alrededor del mundo para contemplar el esperado número musical, resulta sin duda el peor escenario posible para que un artista sufra un traspiés, caída o percance que en cuestión de minutos se convertiría en carne de meme y otras bromas en las redes sociales.
Por esa misma razón, no deja de resultar sorprendente que a lo largo de toda su actuación de este domingo Justin Timberlake no parara de juguetear con su micrófono, tanto en los momentos en que lo sostenía en la mano -lanzándolo al aire para recogerlo después de que diera un par de vueltas en el aire, todo ello sin dejar de bailar- como cuando lo colocó sobre un soporte, que no paró de balancear a un lado y a otro y de girar a su alrededor.
Incluso su buen amigo, el presentador Jimmy Fallon, que le entrevistó justo después de terminar el partido, admitió que los malabares del intérprete con el micro habían conseguido ponerle nervioso por miedo a que en algún momento se le escapara y arruinara el show.
"Voy a ser sincero", reconocía Justin. "Esto es algo que no sabe nadie. Se trata de mi tic nervioso sobre el escenario: hago girar el micrófono. No sé cuándo empecé a hacerlo, pero de momento nunca se ha caído", añadió, para golpear justo después con fuerza el escritorio de madera frente al que estaba sentado para no gafar su buena suerte.
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Pese a que al intérprete no se le escapó en ningún momento el micrófono, el audio de su intervención consiguió enfurecer a muchos de sus fans, que no dudaron en quejarse en la esfera virtual de lo difícil que resultaba entender a su ídolo por encima del sonido instrumental y los coros, que conseguían ahogar su voz.
Por: Bang Showbiz
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